jueves, 22 de marzo de 2018

Leibniz: la creación perfecta versus la libertad del humano

Se aspira a constituir una comunidad científica de diálogo y de transformación de nuestra sociedad a través del estudio y conocimiento de la obra de G. W. Leibniz (1646-1716), considerado uno de los grandes genios de la historia de la humanidad y uno de los filósofos más influyentes en la filosofía moderna y contemporánea.
La defensa de la razón en el filósofo alemán supone la defensa de la fe e implica la conformidad entre ambas.
La Inteligencia Universal, el Gran Espíritu, Dios, es quién ha creado al mundo y a sus leyes. Y ha creado el mejor de los mundos, ya que actúa conforme a la Razón Suprema.
Pero el humano provoca el mal en tres modalidades:
  • metafísico, causado por el insuficiente conocimiento del ser, de sus principios, de sus propiedades y de sus causas primeras.
  • físico, causado por el insuficiente conocimiento de la mecánica de los fenómenos,
  • moral, causado por el insuficiente conocimiento ni aceptación de lo que se espera de nosotros.
El ser humano goza de libertad -porque eso hace a la creación perfecta- pero ahí es donde se produce el mal; por causa de su legítima libertad desconoce, por negligencia o rechazo, elige desconocer, y se equivoca.

miércoles, 21 de marzo de 2018

La segunda Ilustración

La 1° Ilustración contó con el fundamento filosófico de Kant y luego el material sistematizado de Aristóteles.
Tenía como objeto efectuar las conexiones neuronales necesarias para que el sujeto pudiera entender la realidad y desenvolverse en ella. Pero esa realidad, por supuesto, era políticamente tendenciosa, de modo que cuando una filosofía “parte del cartesianismo y pasa por la Enciclopedia, el positivismo y la Sorbona, se alinea en el camino central de la filosofía burguesa" (Mounier, Emmanuel: “Nuestro humanismo).

Se cuestiona si esos contenidos y procedimientos del Programa Educativo proveen las conexiones neuronales para entender la realidad actual, que es cambiante a la vez que es producto de una fantasía humana. (Deleuze)

El Humano aspira a ser espiritualmente libre; esa es la única revolución del pensamiento aceptable. Ser espiritualmente libre supone no ser esclavos ni de otros, ni de la ignorancia y/o la necesidad. Alcanzar esta libertad depende de un extraordinario incremento de la responsabilidad y del compromiso, a la vez que de un especial sentido crítico para no dejarse abducir por discursos vanos, vacuos y extorsivos.
Es preciso tener un claro sentido de la realidad, aunque esto sea imposible.

Gilles Deleuze

El pensamiento de Gilles Deleuze se está convirtiendo en uno de los más difundidos y utilizados tanto en campos afines como lejanos a la filosofía. El universo humano difiere del universo real en que está construido en base a seres y cuestiones puramente fantásticas (virtuales). Estamos encerrados dentro de nosotros mismos como especie, luego como pueblo, luego como parcialidad.

Los sucesivos mundos subjetivos. El sujeto nunca es un individuo, sino que ha sido modelado por un proceso, y es una síntesis de sensaciones.
Pero este modelado no es irrevocable. El propio sujeto puede cambiar para comportarse con el mundo de otras maneras con las que se conformó inicialmente.
Las circunstancias y experiencias nos modelan, pero podemos Cambiar y ser otros, ya que nuestro psiquismo es activo.

Ahora bien, pese a la afirmación deleuziana de que el sujeto no es un principio dado, Deleuze nunca afirmará que el sujeto no exista, sino que únicamente no es primero.

Así pues, dado que cuando por fin adquirimos conciencia el sujeto ya ha sido formado, será necesario iniciar la labor filosófica desde el mismo para poder descubrir su propia formación y funcionamiento.
Nosotros como sociedad estamos produciendo a la gente que nos va a destruir, al dejar que se formen sujetos nuevos en la pobreza, en la indignidad, con educación y servicios deficientes.
Responde al aforismo: "no es culpa del chancho, sino del que le da de comer".
 
Somos productos de una dialéctica de causa y efecto. El sujeto como tal, autónomo y con ideas propias, no existe. O, si existe, es porque él quiere y hace el trabajo.


Jacques Derrida: las infinitas interpretaciones de un texto

La deconstrucción de Derrida ofrece una visión radicalmente nueva y de una gran fuerza sobre la filosofía del siglo XX.

Se trata de emplear la estrategia de la deconstrucción del lenguaje para rastrear sus intenciones y motivaciones.
Hasta ahora la filosofía tradicional de Occidente (platónico-hegeliana) había presupuesto siempre un escenario de racionalidad sistemática, un mundo en última instancia en el que todo tiene sentido.
La deconstrucción se rebela entre este abuso de la racionalidad de herencia hegeliana, proponiendo precisamente lo contrario: la imposibilidad de que los textos literarios tengan el menor sentido.

En esta filosofía tradicional, la obra literaria es considerada como una envoltura retórica en cuyo interior duerme la sabiduría oculta de la Idea a la que el lector debe despertar con el beso semiológico.
La obra literaria estaba en ese sentido considerada siempre como dotada de una totalidad de sentido.
La deconstrucción afirmará que la envoltura retórica es todo lo que hay (el verso) y que por ello la obra de arte literaria es irreductible a una idea o un concepto.

En ese sentido la deconstrucción va a negar a la obra literaria el concepto de totalidad al afirmar que el texto no puede ser aprehendido en su globalidad ya que la escritura circula en un movimiento constante de remisión que convierte a la totalidad en parte de una totalidad mayor que nunca está presente.

En cuanto al sentido, a los ojos de la deconstrucción éste es interminablemente alegórico y por lo tanto carece de univocidad y de obviedad. Al lenguaje se le reconoce una gran complejidad y equívoca riqueza por lo que se aceptan dos tipos de lectura: la unívoca basada en el mensaje transparente y la deconstructiva, que remite a la plasticidad y corporeidad misma de los significantes.
La deconstrucción niega la posibilidad de la denotación pura, de la referencialidad del texto.
Ante la dictadura del canon plantea la democracia de la polisemia, estableciendo que el acto de lectura genera infinitas diseminaciones.
Frente a un texto será imposible determinar una lectura como la buena. Las lecturas posibles serán así infinitas porque jamás lectura alguna alcanzará el buen sentido.
Por último la deconstrucción se aplica a todos los factores que pueden funcionar como centro estructural de un texto (significado trascendental, contexto, contenido, tema...) de manera que no puedan detener el libre juego de la escritura.
Con todo ello la deconstrucción va a plantear básicamente una disociación hiperanalítica del signo proponiendo una subversiva puesta en escena del significante afirmando que cualquier tipo de texto (literario o no) se presenta no solamente como un fenómeno de comunicación, sino también de significación. La deconstrucción realiza un planteamiento quiásmico, es decir, se mueve entre la negación-afirmación del símbolo.
Se afirma la autonomía del signo respecto a los significados trascendentales y se niega que la escritura solo remita a sí misma.

Michel Foucault: conjunción entre filosofía y psicología

Hizo una Historia del Pensamiento Filosófico y una crítica histórica de la modernidad con raíces en Immanuel Kant. Negó ser postmoderno, sin embargo, ya entramos con él en la Edad Contemporánea.

Fue testigo de las guerras mundiales, las peores masacres de la Historia, aún así dice que el hombre occidental se juega la vida en beneficio de las Ideas, ergo, las Ideas lo dominan. Estas Ideas no son necesariamente racionales, son impulsos, son pasiones.
¿Cómo se generan estas Ideas pasionales que arrasan pueblos?

Las Ideas están solventadas por el PODER. El Poder es una ambición ciega de predominio sobre el otro, de apoderarse de los beneficios del otro. En efecto, es un instinto lo que dirige a la humanidad, no el razonamiento ni el conocimiento, que están al servicio del instinto animal.

El Estructuralismo

Enfoque de las ciencias humanas que creció hasta convertirse en uno de los métodos más utilizados para analizar la cultura y la sociedad.

"El hombre es objeto de la historia". Pertenecemos a un momento histórico y actuamos como tales. Sumirse en la remembranza es escapar de la responsabilidad. Somos protagonistas del presente histórico.
La historia no es un relato, sino una fuerza poderosa que nos impele; le da la razón y el motivo a nuestros actos.
Jean Piaget.
Jacques Lacan es producto de esta línea de pensamiento.

Heidegger

Es considerado, junto con Ludwig Wittgenstein, como uno de los pensadores más influyentes en la filosofía contemporánea.


La oposición entre percepción y reflexión, entre Idealismo subjetivo y Realismo, la resuelve Heidegger mediante la noción de "Ser en el mundo". El sujeto no piensa según su desarrollo mental (Kant), ni por su aprendizaje previo (Hegel), sino por lo que le increpa o exige su entorno. El Ser establece un diálogo con su entorno concreto (no con las circunstancias de su pasado, que pueden influir en la toma de decisiones).
Las exigencias presentes son las que determinan su pensamiento.